Nuestro escritorio es nuestro lugar de trabajo o estudio. Es un lugar realmente importante y especial, donde podemos pasarnos mucho rato. Que sea un lugar agradable y ordenado es importante para ayudarnos a ser más productivos.
Para conseguirlo es necesario:
Paso 1:
Deshacernos de todo aquello que realmente no necesitamos: papeles y objetos que se han ido acumulando, cosas que hemos ido dejando sin llevar a su sitio por pereza o despiste.
Paso 2:
Si algo no tiene una utilidad clara para nuestro trabajo debería desaparecer de nuestro escritorio. La mesa libre de objetos innecesarios conseguirá un espacio más cómodo para trabajar y mejorará nuestra concentración. Reubica artículos personales. Se que nos encantan tener las fotos de nuestros hijos, de nuestro marido, tazas , recuerdos, premios, un sin fin de objetos que nada tienen que ver con nuestro trabajo. Yo te recomiendo que saques todo lo que no está directamente relacionado con tu trabajo, y lo ubiques en otro sitio que no sea tu mesa de escritorio (estanterías, paredes).
Paso 3:
Deberíamos poner separadores dentro de los cajones para que los materiales de oficina no se mezclen. ¡Se acabó buscar la goma entre los lápices y los clips entre las hojas!
Paso 4:
Todo aquello que utilizamos muy a menudo hay que ubicarlo cerca, y si son documentos deberíamos tenerlos en archivadores que dejen ver su interior de un sólo vistazo.
Paso 5:
Uno de los objetos que más molestan de una mesa de trabajo, son los cables. Tener demasiados cables bajo los pies es un peligro de tropiezo y hace que nuestro despacho parezca más desordenado de lo que está.
- Os doy algunas ideas para conseguir reducir la cantidad de cables del despacho:
- Guardar o deshacerse de cualquier equipo electrónico que no usemos con frecuencia o que directamente no utilizamos.
- Usar tantos dispositivos inalámbricos como podamos (ratón, teclado, impresora).
- Utilizar un USB que nos permitar conectar varios dispositivos.
- Los cables pueden estar enganchados entre ellos con bridas, abrazadera o enlvoturas de velcro.
- Hacer un agujero en el escritorio para pasar todos los cables de nuestro escritorio. Es importante que todos los cables estén detrás de nuestro escritorio, contra la pared y alejados de áreas abiertas donde alguien puede tropezar y son mucho más visibles.
Paso 6:
Los cajones con carpetas colgantes. En ellas depositaremos documentos importantes que hemos de guardar y encontrar fácilmente.
Paso 7:
Todo debe estar bien etiquetado. Hay que saber de forma rápida qué encontraremos en el interior de cualquier carpeta, archivo o caja.
Paso 8:
Deshacerse de recordatorios. Las notas adhesivas son útiles cuando intentas recordar algo con urgencia o alguna anotación de un mensaje telefónico, pero tener un conjunto de notas repartidas por tu ordenador o escritorio disminuye la eficacia. Usa estas notas para artículos urgentes a corto plazo y elimínalos cuando termines la tarea.
Paso 9:
Al finalizar el día, tenemos que tirar a la papelera todo lo que no nos sirva y archivar lo que queremos conservar. Debemos hacer de esto un hábito.
Paso 10:
Todos los viernes, tómate 5 minutos antes de salir de tu despacho para llevar a cabo un pequeño ritual: Guardar todo lo que hay encima de tu escritorio y sobre todo, mirar y preparar todo lo que necesitas para empezar a trabajar el lunes. ¿El resultado? La mañana del lunes, estarás listo para empezar a trabajar más relajado.
Un escritorio ordenado te ahorrará tiempo, fomentará tu creatividad y productividad, y reducirá tu estrés ¿Vas a renunciar a esto?