Si cuando leas algunas de las situaciones que te muestro a continuación te sientes identificado es que el desorden está en tu vida.
De hecho, muchos millones de personas conviven con el desorden, y lo que muchos quizás no sepan es que el desorden puede afectar su mente y su cuerpo.
¿Te suena?
Llegas a casa después de un día duro de trabajo y sientes cómo el mundo se te cae encima cuando entras en ella: montañas de ropa apiladas por cualquier silla, superficies llenas de correo, el fregadero lleno de platos, las toallas por encima de la encimera de tu aseo, junto con la pasta de dientes, cepillos y cientos de potingues más, y todo parece descontrolado, y ese lugar que debería ser tu santuario, donde deberías recargar pilas, es tu gran pesadilla.
Además ese desorden no sólo afecta a una persona, sino que acaba afectando y estresando a todos los miembros de una familia, en mayor o menor medida.
Piensa que detrás de cada tarea que hace cada uno de los miembros de una familia, hay objetos que son necesarios tenerlos a mano para poderlas llevar a cabo de forma tranquila. Pero cuando no encontramos las llaves del coche para ir a trabajar, o nos falta la ropa de deporte para la actividad extraescolar de nuestro hijo, o no tenemos la comida preparada para llevarnos al trabajo, te sientes agobiado y el estrés va aumentando, y el simple hecho de no tener las llaves del coche, puede hacernos llegar tarde al trabajo, y empezar el día mal y si tu día empieza mal, enderezarlo es mucho más difícil.
Todo esto provoca que te sientas frustrado, cansado e incluso de mal humor, y te rindes, y es entonces cuando aflora ese mal estar, que hace que a cualquier simple pregunta de alguien de tu entorno respondas de manera agresiva. Y todo ello sólo ha venido provocado por no encontrar un simple objeto, nada más, nadie se ha hecho daño, no ha habido ninguna catástrofe natural, ni los alienígenas nos han invadido, sólo no hemos encontrado las llaves del coche o nuestro hijo ha ido sin el pantalón reglamentario para su actividad extraescolar, y cómo diría Almodóvar, sólo eso ha conseguido que estés al borde de una ataque de nervios.
Piensa que el desorden te quita energía y te hace sentir cansado. Cuando tienes que mirar el desorden, lo más probable es que te sientas abrumado. Sabes que necesitas hacer algo, pero no tienes la energía para hacerlo.
Por ello, es importante tomarte un tiempo cada día para ir despejando el desorden de una pequeña área. No es necesario hacerlo todo de una vez, y puedes hacerlo como proyecto familiar, y que todos colaboren en esa tarea, al final es un beneficio para todos los que vivan en ese hogar.
Te aseguro que cuando reine el orden en una casa, todos los miembros de ésta se sentirán más enérgicos y se disipará esa energía negativa que provoca el caos.
Te animo a dar un paso adelante y comenzar a deshacerte del desorden.
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